Fotos: Sergio Salazar.

El mercado actual de sedanes se ha decantado por dos derroteros bien claros. Por un lado los sedanes tradicionales, con un enfoque práctico, buen manejo, buena maleta y un formato muy útil para taxis o autos de servicios. El otro, enfoque se coloca de manera diametralmente opuesta: son los sedanes deportivos, el camino elegido por marcas de alta gama, para sacar partido a la mejor carrocería en términos dinámicos. Estos son caros, veloces y muy emocionantes.
Por otro lado corre el último sedán de MG, o Morris Garage, la casa británica que cuenta con el poderoso apoyo del fabricante chino y global SAIC Motors y que apuesta por una fórmula única, atractiva y claro deportiva, pero con un enfoque innovador, tecnológico y que además le permite ofrecer emociones -acaso lo más caro en la industria – a un precio moderado.
Las caras de la emoción
Lo primero es su estética, y MG GT sabe lucir como un sedán deportivo en todo sentido.
Así, sus formas son fluidas y evolucionan desde su parrilla central, con forma de agresiva toma de aire, flanqueada por faros aguzados y bajo un capó curvado, largo y con poderosas nervaduras, que aportan a su ecuación de deportividad.
El MG GT apuesta por una fórmula única, atractiva y claro deportiva, pero con un enfoque innovador y tecnológico.
La experiencia visual continúa con un lateral que resalta los pasos de rueda traseros, que se unen con el pilar c, con una pronunciada caída del tipo fastback, propio de los coupés, y que no sólo entrega una excelente penetración aerodinámica, sino que sugiera deportividad, dinamismo y -a al volante- emoción.
Su interior, en tanto, es una expresión de esta deportividad, con un fuerte componente tecnológico. En tiempos en que los autos están cada vez más equipamiento y esto disminuye sus posibilidades de diferenciación, el MG GT ofrece un ambiente claramente deportivo, con volante de tres radios, de buen agarre y rebajado en la parte baja, para mayor agilidad en maniobras; costuras en rojo y una fusión de materiales con foco muy técnico, resinas y aluminio, en una experiencia grata, pero técnica y con foco en el performance.
De cara al conductor, el MG GT, ofrece una pantalla digital que alberga los instrumentos y que en gran parte expresa su intención de ser un auto “Fun to Drive”, según la marca. Porque esta marca británica sabe de deportividad en su larga historia, y sabe que más allá de potencia pura, hay otros factores que aumentan el “appeal” al conducir, transmitir la emoción tiene muchos caminos.


Tecnología x adrenalina
Mientras hoy la gran mayoría de las marcas en Chile suman equipamiento, sobre todo enfocado en MG con el GT incluye un paquete tecnológico claramente diferenciador, -que sin dejar la preocupación de la protección por los usuarios- utiliza creativamente la carga tecnológica para crear una experiencia emocionante, tecnológica y muy divertida.
Estas sensaciones en parte se expresa con su pantalla touch de 10”, inclinada en 14,1º hacia el conductor, que además goza de un cuadro de instrumentos virtual de 12,3”, con una pantalla de 7” en el centro, pero quien pone la fuerza deportiva es su tren de poder: un bloque motriz de 1.5 litro, turbocargado, con caja DCT (de doble embrague), de 7 velocidades. Es capaz de desplegar 160 caballos, con torque a 250 Nm, que inyectan buen dinamismo al conjunto.
Con este sustento comienza la verdadera experiencia MG GT: al volante es un auto suave al volante, con una suspensión firme, pero confortable, pero mediante su volante y su pantalla digital que hace de cuadro de instrumentos, y mediante al cual podemos acceder a la parte más divertida de este sedán deportivo: sus sistemas que miden nuestra performance y dinamismo.
Para cualquier persona acostumbrada a ver la Fórmula 1 puede estar habituada a los indicadores de aceleración vectorial. Dicho de otro modo, los indicadores de cómo la aceleración nos afecta y mueve en movimiento: si aceleramos, nos lleva al fondo del asiento; si frenamos en cambio, sentimos que nuestro cuerpo se proyecta. Pasa lo mismo en las curvas con velocidad, la fuerza centrífuga parece que nos saca del asiento hacia afuera. Es el Control Dinámico de Conducción, y hoy en Chile, solo MG GT lo ofrece.

La parte más divertida de este sedán deportivo: sus sistemas que miden nuestra performance y dinamismo.
Estas son experiencias altamente dinámicas y que con la pantalla de control que se despliega en el tablero, el piloto puede medir en tiempo real no solo los efectos de la aceleración vectorial sino también, el nivel de torque, y potencia utilizado en cada maniobra, el nivel de frenado y aceleración. Para quienes gustan de manejar, es entretenido y altamente didáctico, porque permite además entender mejor el auto y cómo la física se convierte en emoción.
Pero lo más entretenido es su programa para medir, de manera efectiva y en tiempo real, la aceleración de 0 a 100 km/h. Se trata de otra pantalla que se despliega, y que va midiendo esta aceleración y detiene el cronómetro integrado cuando el MG GT alcanza los 100 km/h. Muy entretenido es clave probarlo en condiciones de seguridad apropiadas y controladas, idealmente en pista o camino privado.
En seguridad, el MG GT cuenta cuatro airbags de serie (seis en las versiones más equipadas), Isofix, monitoreo de la presión de neumáticos, luces de freno de emergencia (luces parpadean ante una frenada brusca), Programa Electrónico de Estabilidad (ESP), distintas asistencias electrónicas como Control de Tracción (TCS), Distribución de la Fuerza de Frenado (EBD) y Control de Asistencia de Arranque en pendiente por nombrar algunas.
Mientras que en la versión intermedia agrega Autohold y freno de estacionamiento electrónico, mientras que la opción tope suma además: ESP Sport, recordatorio cinturón trasero, cámara 360º, Advertencia al Cambio de Carril (LDW), Advertencia de Colisión Frontal (FCW), Control de luz alta Automática Inteligente (IHC), espejos exteriores abatibles eléctricamente, asiento conductor con ajuste eléctrico, soporte lumbar con ajuste manual, calentador de asiento, paddle shift y control crucero.
En los tiempos en que los sedanes parecen batirse en retirada frente a la feroz tendencia SUV, el MG GT ocupa el dinamismo de la carrocería de tres volúmenes, con un agresivo diseño y sin, grandes despliegues en la motorización o potencia, es capaz ofrecer una tremenda experiencia al volante a un precio tradicionalmente alejado de la performance deportiva.